Alternativas de riego para la lechuga podrían mitigar los efectos del cambio climático.
Abril 15, 2020
La lechuga es el vegetal más popular en todo el mundo y Chile no es la excepción a esta tendencia. Sus cualidades nutricionales y la opción de consumirla durante todo el año la convierte en la hortaliza de hojas más consumida y con mayor relevancia económica. Sin embargo, el déficit hídrico y el cambio de las temperaturas, como consecuencia del cambio climático, podría limitar su cultivo y, por lo tanto, afectar la respuesta a una demanda que exige alimentos sanos, inocuos y de calidad.
Alertados por esta situación un grupo de profesionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), buscaron alternativas de riego que ayuden a no mermar el rendimiento comercial de la lechuga, en especial en la región Metropolitana, lugar donde se concentra alrededor de 5.425 hectáreas, equivalente al 79% de la superficie nacional.
Así lo explicó el especialista en riego de INIA La Platina, Dr. Alejandro Antúnez, quién junto al investigador Carlos Blanco, especialista en hortalizas del mismo Centro, durante dos años estudiaron los factores que afectan el rendimiento y calidad de la lechuga tipo iceberg o escarola en Chile (Lactuca sativa L. var capitata), en el clima semiárido del Valle del Maipo. “Al tener raíces pequeñas esta hortaliza es vulnerable a la falta de agua. Por eso, la cantidad de agua aplicada está altamente relacionada con el crecimiento, productividad y calidad de esta especie. Por una parte, es sensible al exceso, porque aumenta el desarrollo de enfermedades fungosas y, por otra parte, es extremadamente sensible al déficit, reduciendo el número de unidades comerciales por deformidades y falta de firmeza del corazón de la lechuga”, señaló Antúnez.
Fuentes: SAG